Tendrá un éxito extraordinario en todas sus empresas. Su talento le facilitará el acceso a la riqueza y los honores. El
oro, según unos intérpretes árabes, predice una cosa abominable y una pasión por la vida material. Una pulsera de
oro que en el sueño se lleva puesta, se traduce por herencia. Usar alguna prenda de
oro es emparentarse con gente que no es de su categoría. Recibir un lingote de
oro es: pérdida de dinero, pena, caer en desgracia en las manos de las autoridades y ser castigado con multas. Otros intérpretes dijeron que recibir una pieza de
oro en el sueño es ser exaltado a altas posiciones. Encontrar, en el sueño, una pieza de
oro despedazada o en estado sano, es llegar hasta la presencia de un rey, un presidente o un gobernador. Fundir
oro en el sueño es señal de un mal mayor; ver su casa hecha de
oro, predice su incendio; tener las manos llenas de
oro es la parálisis de las mismas. Ojos de
oro; ceguera; llevar una condecoración de
oro o plata es un cargo de confianza. Otros dijeron: ver
oro en el sueño significa: gozo, alegría, fortuna, buenas obras, ciencia, orientación hacia el bien, padres e hijos. Ver que el
oro se transforma en plata: cambio radical en la vida de uno, es decir de más en menos y viceversa.
Ver cosas doradas se traducen por actos de corto alcance, cambio y mudanza en la vida económica, olvido, etc.
EI
oro simboliza todo lo superior, la luz, el conocimiento, la riqueza, la perfección y la irradiación; y simboliza también el valor permanente e inalterable de los bienes espirituales y la suprema iluminación.
Pero si el
oro como metal y como color es el símbolo de lo superior, cuando lo mercantilizamos al convertirlo en moneda se pervierte y convierte a la moneda de este metal en un símbolo de perversión y exaltación de la concupiscente.
Y lo mismo ocurre en el mundo de los sueños, en que el
oro sólo constituye un buen presagio cuando lo encontramos, especialmente si es en forma de un TESORO pero sea en la forma que sea, hallarlo sin buscarlo siempre pronostica bienestar y provecho.
En todas las demás formas en que el
oro aparece en los sueños nos muestra su aspecto negativo, pues siempre lleva implícito el deseo material de poseerlo, y no el lado espiritual y místico de su simbolismo. Veamos algunos ejemplos:
Soñar que buscamos
oro excavando en el suelo nos indica que nuestros deseos no llegarán a realizarse, dado que buscamos la fortuna y la felicidad en un lugar equivocado. Si lo buscamos entre las arenas de un río es que no estamos seguros de la bondad de nuestros sentimientos y se hace necesario revisarlos cuidadosamente para ver cuánto de bueno (
oro) y cuánto de malo (arena) existe en los mismos.
Soñar que fabricamos
oro indica que en la vida estamos perdiendo el tiempo en fantasías y falsas ambiciones en lugar de emplearlo en cosas de provecho. Gastarlo o perderlo nos anuncia que seremos estafados o despojados de nuestros bienes.
Ver
oro: presagio de éxito, de honores, pero también de desavenencias y conflictos.
Comprar
oro: preocupaciones, trastornos, maledicencia, celos.
Poseer
oro: mejora en sus condiciones de vida. Actividades fructíferas y rentables.
Atesorar
oro en cantidad: fortuna, riqueza, prosperidad, soledad moral, angustia.
Encontrar
oro: goces efímeros, apremios inminentes.
Robar
oro: desavenencia familiar, conflictos profesionales.
Joyas de
oro: orgullo y vanidad.
Vajilla de
oro: fortuna y poder.
Objetos fabricados con aleaciones: hipocresía, falsedad, pérdida de estima, problemas de dinero.