En los sueños su simbolismo es muy distinto, por no decir opuesto, pues lo que en ellos aparece no es la zarza, sino su fruto, la zarzamora, cuyo sabor agridulce. Desavenencias, relaciones difíciles con su entorno, palabras inconvenientes, disputas, peleas. Trastornos en sus actividades, problemas pecuniarios.